El Corredor Ecológico del Oso Andino (CEOA) comprende las parroquias rurales de Calacalí, Nono, Nanegalito, Nanegal y San José de Minas del Distrito Metropolitano de Quito con una extensión de 64,554 hectáreas y 18,600 habitantes según el censo 2010
Los corredores ecológicos son estrategias de manejo del paisaje y de ecosistemas que tienen el objetivo de conectar remanentes de vegetación natural en buen estado a través de espacios con ligera o mediana intervención, para prevenir la fragmentación de los hábitats e incrementar la biodiversidad, a fin de permitir el libre movimiento y dispersión de especies y garantizar el flujo entre individuos de una misma especie (PCOA, 2014) Para que los corredores ecológicos sean efectivos deben involucrar una relación de armonía, respeto y beneficio mutuo entre la gente local y la vida silvestre, esto es posible a través de la participación activa de todos los actores a fin de diseñar actividades y alternativas para conservar el área, su biodiversidad y al mismo tiempo mejorar la calidad de vida de la gente (Molina 2012).